La inflación en la primera quincena de febrero registró una variación de 5.45% anual, con lo que se logró una segunda inflexión consecutiva a la baja en la tendencia, reportó el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).Esta fluctuación “muestra que el efecto gasolinazo de enero del 2017 se eliminó ya del cálculo”, según el análisis de Andrés Abadía, economista sénior internacional en la consultoría Pantheon Macroeconomics.Tras haberse liberado el impacto temporal de la liberalización de precios de la gasolina, la inflación se mantiene por arriba del objetivo del Banco de México de 3% e incluso sigue lejos del límite permisible, que es 4 por ciento.De acuerdo con la información divulgada por el Inegi, en las primeras dos semanas de febrero, la gasolina, el huevo, pollo, plátanos, así como loncherías, fondas, torterías y restaurantes, fueron los aceleradores que llevaron a la inflación a registrar una variación de 0.20 por ciento.En el detalle de la información se observa que entre los 10 productos que alcanzaron los mayores incrementos en un año, los energéticos siguen encabezando el comparativo, donde de nuevo el gas doméstico LP lideró las mayores alzas, con una variación anual en el precio de 19.66 por ciento.Según esta información, la gasolina de bajo octanaje, la llamada Magna, completa una escalada de 8.10% en sus precios en los últimos 12 meses, mientras que la de alto octanaje (Premium) inscribió un incremento de 6.52% anual.CONTRAPESO Y EFECTO DE SEGUNDO ORDENEl Inegi reporta que a pesar de la presión al alza en la inflación que generaron los precios de gasolinas, automóviles, pollo, huevo, restaurantes y similares, entre otros, estos aumentos fueron compensados a la baja con la caída del jitomate (21.72%), gas doméstico LP (2.85%), cebolla (15.35%), chile serrano (11.48%), manzana (2.16%) y otras legumbres (2.44 por ciento).Analistas de Citibanamex explicaron que el comportamiento de los precios de los alimentos preparados es un importante termómetro de la presión que están recibiendo de los precios de productos agrícolas, ganaderos y de los combustibles que utilizan para su preparación, presión que sigue trasladándose al precio final que llega al consumidor.En este contexto, el precio del ticket de restaurantes y similares completó una variación anual de 5.73% a la primera quincena de febrero.Mientras loncherías, taquerías y torterías registran una escalada anual en sus precios de 5.55%, según el detalle de la información.SUBYACENTE SIGUE REPUNTANDOSegún el informe del Inegi, la inflación subyacente en su registro anual llegó a 4.32%, con lo que completó un tercer registro anual consecutivo en desaceleración.Sin embargo, sigue arriba del techo de la meta permisible del Banco de México que es 4%, por decimo sexto mes consecutivo.En la minuta de la primera reunión monetaria del año pasado, la Junta de Gobierno del Banco de México explicó que la tendencia al alza de la inflación subyacente reflejaba en ese momento “en buena medida el ajuste de precios relativos de las mercancías que ha originado la depreciación de la moneda nacional”.El banco central explicó que esta medición “capta el impacto de la depreciación del peso frente al dólar, específicamente en el rubro de mercancías, e incorpora los precios no volátiles como alimentos procesados, bebidas y tabaco”.De manera que al hacer un acercamiento a la tendencia de la inflación de mercancías, se observa una variación de 5.29%, el segundo registro consecutivo en desaceleración.LA FOTOGRAFÍA REGIONALEl Inegi identifica a las localidades que en el periodo registraron las variaciones extremas.Encabezan la lista las que quedaron por arriba de la nacional: Tepatitlán, Jalisco (0.89%); Tijuana, Baja California (0.75%); Querétaro, Querétaro (0.48%); Fresnillo, Zacatecas (0.48%); Chihuahua, Chihuahua (0.45 por ciento).
FUENTE: El Economista
